
El inicio: pasión por el deporte y una oportunidad de negocio
Checo siempre fue un apasionado del deporte. Desde niño practicó de todo: béisbol, taekwondo, natación, fútbol y hasta triatlones. Con ese bagaje, cuando descubrió el CrossFit en 2012 vio una oportunidad clara: en su ciudad no había nada parecido.
Con su formación en contabilidad y finanzas, empezó a armar un plan de negocios. En agosto de 2013 abrió su gimnasio, con piso improvisado y equipo muy básico, pero con algo invaluable: una comunidad que lo respaldaba desde el día uno.
Los primeros retos: ser todólogo y luchar con la administración
Como la mayoría de los dueños de gimnasio, al principio Checo hacía de todo: daba
clases, limpiaba, veía las finanzas y hasta intentaba hacer marketing.
La parte más complicada fue la administración. Empezó con una libreta, luego con Excel. Pero pronto vinieron los problemas:
- Archivos que se borraban.
- Falta de certeza sobre quién había pagado.
- Mucho tiempo perdido en sumas y reportes manuales.
"Administrar bien la cobranza siempre fue clave. A veces hasta perdíamos clientes por ser estrictos, pero al final era lo mejor: cobrar a tiempo y respetar las reglas"
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El punto de inflexión: profesionalizarse y crecer
Después de tres años, el gimnasio ya tenía decenas de clientes recurrentes, más productos que manejar y necesidades de inventario. Fue ahí cuando Checo entendió que su Excel se quedaba corto.
“Empecé a necesitar estadísticas, gráficas, comparativas de ingresos. Quería ver mis meses fuertes y débiles, cuándo sacar promociones, y sobre todo tener claridad absoluta de mis números”
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La solución fue clara: adoptar un software administrativo que le diera control, orden y procesos estandarizados.
Los resultados: estabilidad y crecimiento a largo plazo
Con el tiempo, Checo implementó herramientas clave como la domiciliación de pagos. ¿El resultado?
- Más recurrencia en el cobro.
- Menos estacionalidad.
- Mejor planeación en marketing e ingresos.
“Muchas veces la falla no está en el servicio, sino en la administración. Tener métricas y reportes claros es lo que permite que un gimnasio dure”
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Su gimnasio ya lleva más de 12 años, mientras muchos otros han cerrado antes de los 5
Los consejos de Checo a otros dueños de gimnasio
Si alguien cercano quisiera abrir un gimnasio, Checo le daría tres consejos prácticos:
- Piensa en el largo plazo. Evita abrir “a medias” y luego estar parchando. Diseña tu gimnasio con la visión de lo que quieres que sea en 10 años.
- Invierte en administración. Ten manuales de procesos y usa un software administrativo desde el inicio.
- Define bien tus precios. Ajusta tu tarifa según tus costos y el mercado. Subir precios después es mucho más difícil.
Conclusión: lo que otros dueños pueden aprender
La historia de Checo muestra que un gimnasio no se sostiene solo por la pasión al deporte, sino por la disciplina administrativa.
Del Excel a un software especializado, el cambio fue lo que le permitió crecer, mantenerse y pensar en el futuro.
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